domingo, 25 de mayo de 2008

“DAÑOS ABSOLUTAMENTE ABRUPTOS EN LA SOCIEDAD.”

Conclusiones:
En 2007 los niveles globales de dióxido de carbono atmosférico, que es el principal responsable del cambio climático, aumentó en un 0,6 por ciento, o 19.000 millones de toneladas. Además las emisiones de metano aumentaron en 27 millones de toneladas después de casi una década con poco o ningún aumento.”[1]
En pocos años hemos alterado la composición de la atmósfera terrestre, la misma atmósfera para nuestros hijos, también estamos provocando daños veloces e irreversibles a las selvas, desiertos y polos, hemos alterado el planeta de todos. Durante estos años los mayores responsables de esta catástrofe universal han alimentado el escepticismo y luego la duda.
Finalmente no han conseguido comprar ciencia y conciencia, y a los millones invertidos contra las evidencias sólo les queda el sonrojo del engaño descubierto. La situación actual ha cambiado y hoy ya no podemos decir que no sabemos. Ya somos conscientes de las consecuencias de nuestros actos a nivel medioambiental. Ésta es la gran diferencia: hoy tenemos a nuestro alcance la información. Ha llegado el tiempo de actuar, hay que frenar el cambio climático. El mundo entero está de acuerdo, así lo afirman en Naciones Unidas, Europa lo proclama, así lo manifiestan sus líderes y en España los políticos apuestan por una lucha contra el cambio climático. Y los ciudadanos así lo reclamamos, exigiendo que esta apuesta se traduzca en hechos efectivos y soluciones reales que mejoren nuestro entorno y nuestra salud. Muchos son los que quieren hacer su agosto aportando falsas esperanzas: la peligrosa y cara industria nuclear, la propia industria del carbón o los devastadores de bosques. No permitamos que nuestros gobiernos lo consientan. No hay dietas milagrosas. Para luchar contra el cambio climático tenemos que reducir el CO2, no sirve enterrarlo, no sirve compensarlo, hay que disminuirlo realmente. ¿Cuánto? Tanto como nos dicen los científicos, no los poderes económicos. ¿Cuándo? Ya.
Sólo tenemos siete años para cambiar la tendencia de crecimiento de las emisiones. ¿Cuánto nos costará? Bastante, pero mucho menos que si no lo hacemos y supondrá mejoras en los empleos. ¿Podemos hacerlo? Sí, podemos ahorrar mucha energía que gastamos inútilmente, podemos cambiar la forma de movernos, podemos dejar de aniquilar los bosques del planeta. Tenemos decenas de tecnologías renovables, limpias, seguras, disponibles hoy en día presentes en todos los rincones del planeta. Hoy tenemos la certeza de que miles de personas en los países del sur ven vulnerados sus derechos fundamentales o se ven obligados a migrar por causa de la sequía o de las catástrofes ambientales de las que no son responsables. En nuestro tiempo ya sabemos que no se trata de una cuestión económica, como algunos argumentan, sino que fundamentalmente es una cuestión de voluntad política. Pidamos a los políticos que actúen ya, porque hoy todavía estamos a tiempo de frenar el cambio climático. Pero sabemos que mañana será tarde. Es necesario decirlo en voz alta para que lo sepan: ¡No queremos cambio climático, no nos lo podemos permitir!
Poder es querer y nosotras queremos proponer soluciones, apostando por el uso de energías limpias y renovables. Juntemos nuestras fuerzas y seamos portavoces, en nuestra vida cotidiana, de una causa que bien merece la pena, porque es de todos y a todos nos afecta. En nuestras manos está la fuerza para conseguir frenar el calentamiento global, porque somos muchos con ilusión y ganas de seguir adelante con esperanza. Porque todas y todos, desde nuestros hogares, desde nuestros trabajos y nuestras relaciones sociales, podemos y debemos actuar frente al cambio climático. Queremos decirlo alto y claro, para que nadie pueda decir que no se ha enterado: Frente al cambio climático, ¡actúa ya!
CCH-A-UNAM, 211-6: NITZIA, LORENA, ESTEPHANIE, ERIKA, XIMENA
[1] Martón Larios, José, MUYINTERESANTE, “calentamiento global”, pág.16.

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