viernes, 25 de abril de 2008

EL CALENTAMIENTO GLOBAL Y LA ECONOMIA MUNDIAL

Los problemas más comunes por el calentamiento global es la reducción de los polos y glaciares que mantienen en balance el clima de la tierra. De las partes más afectadas por este suceso es la de la Antártica las capas de hielo que la cubren se derriten mas rápido de lo previsto y la perdida de hielo se ha acelerado en años recientes.
En estudios efectuados en años recientes se ha descubierto que la perdida de de hielo en este sitio se acelero en un 75 por ciento.
Los científicos mejor preparados para este tipo de situaciones también han decretado sus conclusiones de los estudios realizados en la Antártica las cuales son:
Que simplemente en este lugar se han perdido alrededor de 132 mil millones de toneladas solo en su parte occidental y en su península, almenos unos 60 millones de toneladas de hielo.
Los desglosamientos de toneladas de hielo que emprenden viaje hacia el mar donde posteriormente se derriten.
Científicos del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, de la Universidad de Missouri y de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) han demostrado que el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera pueden incrementar los daños por heladas en las plantas. En abril de 2007, una helada repentina causó gran cantidad de daños en las plantas en la zona oriental de Estados Unidos. Esta helada había ido precedida de un calor inusual. Los investigadores aprovecharon esta oportunidad para probar su hipótesis de que la exposición a altas temperaturas antes de una helada provoca el desarrollo prematuro de las plantas, que deja expuestos sus tejidos y órganos vulnerables a las temperaturas extremadamente bajas.
Un informe presentado ayer por el primer ministro británico, Tony Blair, advierte que el calentamiento global puede costar al mundo más que la Primera o la Segunda Guerra Mundial, o disparar una crisis equivalente a la Gran Depresión de 1930. El documento estima que el costo de no hacer nada será de 7 billones de dólares.
Las principales organizaciones ambientalistas, como el Fondo Mundial para la
Naturaleza y Greenpeace, expresaron su aprobación.
Las consecuencias catastróficas que se plantean en caso de no actuar masivamente con urgencia ya han sido anticipadas a principios de los 80 por los científicos. El valor del informe es político: proviene de un país industrializado, y pone el acento en los beneficios económicos de reducir los impactos del cambio climático.
Según el documento, los beneficios para la economía mundial de las medidas para limitar significativamente las emisiones de C02 podrían llegar a 2,5 billones de dólares al año. A su vez, el mercado de tecnologías limpias representaría un valor anual de unos 500.000 millones de dólares, y quizá mucho más para el 2050, si se toman las medidas necesarias.
En caso contrario, el aumento de las temperaturas en 3” o 4” durante este siglo elevaría el nivel de los mares. El número de refugiados víctimas de las sequías o de inundaciones podría llegar a unos 200 millones de personas. Las costas del sudeste asiático y las pequeñas islas del Caribe y del Pacífico tendrían que ser protegidas del mar. Incluso grandes ciudades como Tokio, Londres, Nueva York y El Cairo sufrirían el riesgo de anegamientos.
En el cambio climático se provee un aumento del 5% al 10% en la velocidad de los vientos en los huracanes, lo cual, unido al incremento en las temperaturas de los mares, duplicará los daños por catástrofes en países como los Estados Unidos.
Para mediados de siglo serán frecuentes las olas de calor como la que azotó a Europa hace tres años, en la que se calcula murieron 35.000 personas y que significó pérdidas agrícolas por 15.000 millones de dólares. “Los países pobres sufrirán el impacto antes y de manera más dura señaló el economista. Lo correcto es que los países ricos paguen un poco más”.
El derretimiento de los glaciares elevará primero el riesgo de inundaciones y posteriormente reducirá las existencias de agua potable, lo que supondrá una amenaza para la sexta parte de la población mundial. Además, con el aumento de 2” en las temperaturas medias podría desaparecer entre un 15% y un 40% de las especies.
En las próximas Convenciones por el Cambio Climático, donde se buscará consensuar las medidas a tomar después de 2012. El tratado obliga a 35 países desarrollados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, para esa fecha, en un promedio de 5,2% por debajo de los niveles de 1990.
Si bien nueve estados han tomado medidas para reducir las emisiones. Como contracara, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore fue contratado por el gobierno británico como asesor en la lucha contra el cambio climático. Gore es autor de un documental reciente sobre el tema, Una verdad incómoda.
Los daños económicos causados por desastres naturales podrían alcanzar los tres billones de dólares en el año 2040, advirtieron expertos del sector de las aseguradoras durante la Conferencia sobre Cambio Climático de Nairobi, celebrada en Kenia.El cálculo fue elaborado por la empresa Andlug Consulting por encargo del Grupo de Trabajo de la Inicativa Financiera del Programa de la ONU para el Medio Ambiente “La mayoría de aseguradoras no tiene ninguna duda de que la creciente ola de pérdidas relacionada con desastres naturales está relacionada con el cambio climático”, en el 2002 un informe estimó que las pérdidas económicas totales por desastres naturales alcanzarían 150 mil millones de dólares al año entre 2002 y 2012, pero esos números han sido ya rebasados con creces, pues en 2005 las pérdidas totales sumaron 210 mil millones de dólares”.“La posibilidad de pérdidas de tres billones de dólares es un escenario más, pero con independencia de las cifras precisas, está claro que las pérdidas van camino de incrementarse”, agregó al destacar que dicha previsión ha sido considerada como una de las más realistas por todas las compañías del grupo.“El paso del huracán Katrina por Estados Unidos costó más de 100 mil millones de dólares en pérdidas él solo, además de convertirse en el primer fenómeno meteorológico que causa refugiados climáticos o gente que debe abandonar sus casas indefinidamente”, El área encargada de lo ambiental en Naciones Unidas, también incluyó la partiipacion de las empresas y bancos como Santander de España, HSBC, Aviva, AXA, Banco de América, Grupo Calvert, Banco de Japón, Garant, Insurance Australia Group (IAG), Swiss Re, Munich En lo que va de 2006, terremotos y otros desastres han causado diez mil muertos y pérdidas económicas de 30 mil millones de dólares.Los últimos ejemplos contabilizados por el servicio NatCast de Munich Re, especializado en pérdidas por desastres naturales, señalan que el tifón Shanshan causó el pasado septiembre en Japón pérdidas de dos mil 500 millones de dólares, y el tifón Kaemi causó nueve mil millones en China el pasado julio. El ciclón Stan que pasó por Veracruz y que devastó gran parte del estado, dejó sin hogar a más de mil 400 familias, de las dos mil 700 que resultaron afectadas, según reportó el Instituto de Desarrollo Regional (Idere).

Como se sabe, sin la barrera protectora de la atmósfera y sus constituyentes naturales como el vapor de agua, dióxido de carbono y otros gases del efecto invernadero, la temperatura promedio de la superficie terrestre sería de -19ºC y así, la mayor parte de las formas de vida no podrían prosperar. El efecto invernadero que ésta produce, permite que una parte de la radiación solar entrante sea absorbido evitando que se escape al espacio, lo que posibilita una temperatura promedio de 15ºC.
Ahora bien, la evidencia científica indica que la temperatura está aumentando, mostrando una tendencia al calentamiento de 0,6º C. Para los que crean que esto es poco, tienen que pensar nada más que, en el cuerpo humano, eso es ya un indicador de enfermedad. Al mismo tiempo hoy sabemos que desde 1750 la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado en un 31%. Lo anterior, gracias a los estudios de núcleos de hielo excavados en Groenlandia, la Antártica y los glaciares alpinos, que permiten encontrar restos atrapados de la atmósfera terrestre de hace miles de años.
Hoy sabemos que el nivel actual de gases invernadero en la atmósfera equivale a unas 430 partes por millón (ppm) de CO2, en comparación con las 280ppm que habían antes de la Revolución Industrial. También sabemos que el nivel está aumentando a más de 2ppm cada año y que una estabilización en este rango requeriría que las emisiones estuvieran por lo menos un 25% por debajo de los niveles actuales para el año 2050. De continuar con el ritmo actual, el nivel de carbono se podría triplicar para finales del presente siglo, con lo que existiría un alto riesgo de que, en las décadas siguientes, se produjera un cambio en la temperatura media global superior a 5ºC.
Aún si nada se hiciera para restringir el efecto invernadero, la temperatura aumentaría cerca de 1º C en los próximos 50 a 100 años, a una taza de calentamiento de 0,1 ± 0,4º C por décadas durante los próximos 50 años. Sin embargo, lo que es válido para el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), también lo es para Hansen, Lindzen y Büchi, es decir, si no podemos probar la existencia de Dios, tampoco es posible negarla científicamente. Y en este caso, si el IPCC tiene razón, sería una verdadera insensatez no tomar las medidas precautorias obligadas.
Esta pérdida de riqueza vital al menos pone en entredicho el famoso "progreso de los últimos 200 años" que tanto gusta a los economistas del cluster * del desarrollo capitalista actual, como el ex ministro Hernán Büchi. No podemos cegarnos al hecho de que, a pesar del enorme incremento de la producción, aún 800 millones sufren el flagelo del hambre y que el 50% de la humanidad se las tiene que arreglar con menos de dos dólares diarios
No son pocas las voces de alerta respecto a los impactos económicos negativos del calentamiento global. La Comunidad Europea sostiene que la subida del nivel del mar a causa de la acelerada fusión de los glaciares impactará negativamente las costas del Mediterráneo, interrumpiendo el flujo de más de 100.000 millones de euros por año debido a la desaparición del turismo y los daños en infraestructura podrían llegar a los 42.500 millones anuales. Así también, estima que los rendimientos agrícolas podrían caer entre el 1,9% y el 22,4% en el horizonte del 2080 en los países del sur de Europa y pronostica también un aumento de 86.000 muertes anuales adicionales en el conjunto de la UE en el horizonte del 2080 a causa del calor.
En Wall Street también están preocupados, puesto que un huracán como el Andrew, de los que habrá muchos con el aumento de la temperatura, podría causar daños por 150.000 millones de dólares si hoy golpeara a Miami, lo que representaría un tercio del capital de la industria de los seguros contra accidentes.
Naciones Unidas estima que las sequías afectarán mayormente a la población mal nutrida del mundo, calculada en aproximadamente 830 millones de personas, pues se compone de pequeños agricultores, ganaderos y trabajadores de granjas. Las proyecciones para áreas del este de África que dependen de las lluvias, que ya están sufriendo sequías dañinas y hambrunas, indican pérdidas potenciales de productividad del 33 por ciento para el maíz. 200 millones de personas se verán permanentemente desplazadas como consecuencia del aumento experimentado en el nivel del mar y se estima la desaparición de un sexto de la población mundial, es decir, Mil Millones de personas. Así también podría desaparecer entre el 15 y el 40% de las especies y las poblaciones de peces se verían severamente amenazadas. Para los pobres del mundo el calentamiento global no es ninguna gracia pues serán los más afectados y constituye una seria amenaza respecto a la posibilidad de reducir la pobreza.
Y si algunos piensan que esto es futurología, bueno sería que revisaran los estudios del Instituto Alemán de Investigaciones Económicas que alerta sobre los costos que ya ha causado el cambio climático. Según éste, las catástrofes naturales durante los últimos diez años han tenido costos materiales equivalentes a más de 330.000 millones de dólares. Esta cifra es seis veces superior a los daños registrados hace 50 años y los costos para las aseguradoras se han multiplicado diez veces en ese lapso.
Por otra parte, el Informe, realizado por este ex Economista Jefe del Banco Mundial, sostiene que el costo de la inacción para la economía mundial sería de entre un 5 y un 20% del Producto Interno Bruto. El calentamiento climático podría significarle a la economía mundial siete billones de dólares si los gobiernos no toman medidas radicales durante los próximos diez años. Sería más dañino que la Primera o la Segunda Guerra Mundial, o podría despertar una crisis equivalente a la gran depresión de 1930.
Cuatro son las formas de bajar las emisiones de gases de efecto invernadero: reducción de la demanda de bienes y servicios intensivos en emisiones; aumentar la eficiencia; evitar la despoblación forestal; y usar tecnologías más bajas en emisiones de carbono. Esto podría crear nuevas e importantes oportunidades en una amplia gama de industrias y servicios ya que, para el año 2050, es probable que los mercados de productos energéticos bajos en carbono tengan un valor mínimo de 500 mil millones de dólares anuales y más.
Por otra parte, la erradicación de las ineficiencias energéticas permitiría oportunidades de ahorro para las empresas, eliminaría los subsidios energéticos que producen señales económicas equívocas y que cuestan anualmente a los gobiernos del mundo unos 250.000 millones de dólares, además de reducir el costo por enfermedades y la mortalidad debidas a la contaminación del aire. La eficiencia energética y la diversificación de las fuentes y suministros de energía también fomentarían la seguridad energética.
Uno de los principales instrumentos económicos que proponen es el establecimiento de un precio para el carbono, mediante la imposición de impuestos, comercio o regulaciones de política. Esto porque, en términos económicos, los gases invernadero son una externalidad, es decir, quienes producen emisiones de gases invernadero están contribuyendo al cambio climático y, en consecuencia, imponiendo un costo no menor al mundo y a las futuras generaciones, sin que por ello tengan que hacer frente plenamente a las consecuencias de sus acciones. La asignación de un precio apropiado al carbono a través de un impuesto, por ejemplo significaría hacer pagar a los emisores de CO2 el costo que le traspasan al mundo.
Otras medidas que propone dicen relación con políticas que apoyen el desarrollo de una gama de tecnologías altamente eficientes y bajas en carbono, así como el desarrollo de políticas orientadas a eliminar las barreras al cambio de prácticas y costumbres, como por ejemplo, aquellas que impiden el uso masivo de energías renovables.
Lo interesante es que, a pesar de los enormes costos que estima Stern, no hay una mirada catastrofista y sostiene que reducir las emisiones de CO2 ahora, representaría un costo de sólo un 1%.
El futuro siempre será impredecible y la ciencia sólo nos posibilita una ayuda y una orientación respecto a lo que podemos y debemos hacer. El calentamiento global es un problema grave, pero también, nos abre oportunidades para inducir los cambios necesarios en pos de un orden mejor y más seguro no sólo para el 10 por ciento más rico sino también para los pobres del mundo, los cuales, en las actuales circunstancias, con o sin cambio climático son los perdedores del mañana.
FUENTE DE INFORMACION

PERIODICO LA CRONICA
PERIODICO EL UNIVERSAL

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias por la información si me sirve